miércoles, 21 de marzo de 2007

Paseo vertiginoso y 'colorao'


Agencia EFE.
La plataforma construida sobre el Gran Cañón del Colorado, Arizona (EEUU), fue presentada y estrenada hoy por dos astronautas, mientras continúa la polémica suscitada sobre su construcción en territorio de la reserva india de la tribu hualapai. Se llama "Skywalk" (en español, "Paseo por el cielo"), lo cual explica que para estrenar esta plataforma, fabricada en acero y cristal, que servirá de mirador sobre el Cañón del Colorado, se haya elegido a dos astronautas: nadie mejor que ellos conoce los pormenores de un "paseo espacial".

Buzz Aldrin, uno de los tripulantes del Apollo 11 que caminó sobre la luna, y John Herrington, el primer astronauta nativo americano en salir al espacio, perteneciente a la tribu de los Chicasaw, fueron hoy los primeros en disfrutar de la experiencia. "Esta plataforma es el futuro de la esperanza", dijo Aldrin, mientras paseaba por el mirador y hacía alusión a la belleza de las vistas.
"Estar aquí hoy supone un profundo honor para mí como nativo americano, -expresó Herrington-. Esto significa el futuro para muchos niños de la tribu hualapai", añadió el astronauta, que estrenaba la plataforma junto a Aldrin y una comitiva de indios autóctonos.

El responsable de la plataforma, su ideólogo, fue el empresario de la construcción David Jin, que viajó desde las Vegas en 1996 para acordar la construcción de esta plataforma con el jefe de la tribu hualapai. El trato era sencillo: él construye en su territorio, les cede posteriormente la propiedad para que utilicen la plataforma como fuente de ingresos y Jin se queda con el 25 por ciento de las ganancias procedentes del turismo. Un paseo por el cielo costará 25 dólares, a lo cual se añade el aparcamiento y la casi obligada visita a la tienda de recuerdos, en la que Jin calcula que cada persona invertirá una media de 75 dólares. Esa cifra debe multiplicarse por el cerca de medio millón de turistas anuales que espera la atracción.

La polémica está presente en esta plataforma de todas las maneras posibles y atañe tanto a su seguridad como obra arquitectónica como a su emplazamiento en territorio indígena. Según su arquitecto, Mark Johnson, el mirador, situado a 1,3 kilómetros sobre el cauce del río Colorado, está diseñado para soportar el peso de varios cientos de personas y hacer frente a vientos de 160 kilómetros por hora. Se trata de todo un milagro de la arquitectura, y no de la naturaleza, ya que para algunos, ésta se ha visto desvirtualizada por la inclusión de un elemento ajeno al paisaje.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ademas.. parece poco seguro este "paseo por el cielo"...aunque el acero no pueda romperse o por lo meno no es facil.. la roca puede romperse y en este caso seria realmente un paseo en el cielo!
Skywalk ..nombre un poco gafe!