Un osito polar en tiempos de cambio climático

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Knut, el bebé de oso polar convertido además en mascota "oficiosa" contra el cambio climático, desató hoy una avalancha de visitantes al zoo de Berlín, que se convirtió en prácticamente intransitable. Si el viernes, en su presentación oficial ante los medios en lo que será su hábitat, acaparó la atención de las cámaras de todo el mundo, con la entrada del fin de semana se dispararon las visitas ciudadanas al nuevo símbolo de la ciudad.

Colas de varios centenares de metros ante el recinto del osito blanco, de cuatro meses y nueve kilos de peso, fueron el panorama con que se encontraron los miles de ciudadanos que se acercaron al zoológico. Desde ayer, Knut estará "visitable" todos los días, de 11.00 a 13.00, pero las prisas por verlo son inmensas, puesto que semana a semana crecerá y perderá algo de su encanto característico de cachorro.

Knut se presentó el viernes, de la mano de su "madre" adoptiva, el cuidador Thomas Dörflein, y de su nuevo "padrino", el ministro de alemán Medio Ambiente, Sigmar Gabriel. Entretanto, se le considera, además de un hermosísimo cachorro, una especie de advertencia de los peligros del cambio climático y de las consecuencias que éste acarreará en ciertas especies, como los osos polares.

Knut es el primer oso polar en 33 años que sobrevive en el zoo de Berlín y el primero en los 160 años de historia del parque que lo consigue pese a haber sido repudiado por su madre y criarse con biberón.